La batalla
4a PUERTA
La batalla es un tema eterno del teatro de títeres popular y culto. Nada gusta más al público que ver a dos marionetas darse de palos, la pelea entre polos opuestos —las dos caras de una misma persona, las dos manos del titiritero—. La razón es simple: los opuestos existen y las disputas son claras e inevitables, pero verlas encarnadas en muñecos de madera o en figuras de piel en un teatro de sombras, da distancia al drama y la pelea se convierte en motivo de júbilo o de reflexión. La catarsis de las peleas en el teatro de títeres ha sido una forma de liberación de la gente popular, que han podido proyectar sus propias miserias, rencores, rabias y disputas y reírse de ellas.