«Ala Sucia» es una obra construída con desechos y materiales recuperados de antiguos baúles abandonados. La estética, la música y la narración en directo nos recuerdan a los cuentos infantiles que tanto disfrutan los adultos. David Zazuola mueve sus muñecos con un método que ha inventado él mismo: un mando, un sistema de manipulación posterior pegado a la espalda de los títeres que se manipula con los dedos, ejerciendo presión sobre las palancas que, a través de hilos y alambres, generan movimiento. En la escenografía también se aprecian elementos que entran en funcionamiento con pilas, baterías, motores eléctricos, poleas… y que son visibles durante todo el proceso narrativo.

Espacio «La plaza» exposición
Arts Santa Mònica (2ª planta)
Precio: 8 €
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Sinopsis: En Pueblodesecho, en una casa humilde junto al puerto, ha nacido una niña con dos protuberancias en la espalda. Su madre está muerta a su lado… Nadie sabe si es un ángel o un demonio. La voz corre por todo el pueblo y pronto llegan los políticos y los curiosos. Un hombre decide cuidar a la pequeña hasta los 16 años, cuando se sabrá si la niña debe ser la salvadora o la destructora de la Humanidad. Y aquí es donde empieza la obra, 16 años después de aquel nacimiento.

David Zuazola, nacido en Santiago de Chile en 1976, se instala en Barcelona después de haber realizado estudios de teatro y comunicación audiovisual. Trabaja con la compañía de Jordi Bertran, con la que viaja por China, Bulgaria, México o Brasil. Se traslada a Madrid, donde funda la Compañía del Maldito Martillo, dedicada a la construcción y dramaturgia del teatro de títeres. Su primera obra solista para marionetas es «Ala Sucia», representada en más de veinte festivales internacionales.
Obra galardonada en Lalka Tez Czolwiek-Varsovia (Polonia) en 2011 y en el Prvi Medunarodni Festival Lutkarstva-Podgorica (Montenegro) en 2013.
Dirección, construcción, creación y actuación: David Zuazola