Luces y sombras

Las oposiciones vida / muerte, dentro / fuera, luz / oscuridad son la base de toda cosmología. Y el juego de las sombras como manera de dar vida y expresión a las creencias animistas de los primeros humanos se asocia íntimamente al descubrimiento del fuego.

Esto explica que algunas de las tradiciones teatrales más antiguas, curiosamente muy bien conservadas, sean las del teatro de sombras de China, India e Indonesia. Las figuras representan espíritus, dioses y demonios. Se utilizan para dar voz y forma a las presencias invisibles de los muertos o del poder. Expresan mitos originarios o grandes epopeyas. En China, los temas son las leyendas taoístas, con la historia del Rey Mono como tema principal.

En el Egipto medieval y más tarde en el Imperio Otomano, nace otra forma de teatro de sombras (el Islam prohíbe la figuración en tres dimensiones). Éste tiene una clara influencia oriental, que seguramente trajeron los mercaderes árabes que llegaban de Oriente, y en la cuenca mediterránea adquiere rasgos laicos, con funciones de crítica, burla y diversión, la cual será conocida, ya en época otomana, por el nombre de su personaje principal : Karagöz.

Hoy, las sombras se suman a las artes de la imagen y de las figuras animadas como una especialidad en auge o como un complemento que los creadores teatrales incorporan a sus montajes.